Diccionario de marketing digital

¿Qué es el Bounce Rate (Tasa de rebote)?

La tasa de rebote o bounce rate es una cifra que se usa para analizar el tráfico de visitantes de un sitio web. Esta tasa indica qué porcentaje de las visitas que entran en nuestra web salen sin visitar otras páginas. Con esto, podemos deducir que el usuario no estaba interesado en la web, por lo que ha decidido no invertir más tiempo en ella.

El bounce o rebote tiene lugar cuando el visitante “abandona” la web tras unos segundos. Es decir, cuando el usuario no ha llegado a visitar ninguna de las secciones que tenemos. Por normal general, para que se considere rebote, el tiempo de visita debe ser menor a 30 segundos.

Medición del bounce rate o tasa de rebote

Es muy importante controlar el porcentaje de rebote de nuestra página dado que nos sirve para detectar errores o aspectos a mejorar según el tiempo que permanecen en ella las personas que la visitan. Por eso, se recomienda analizar la tasa de rebote de las distintas páginas de la web, así como de la tasa de rebote de links internos y de links de terceros, o la tasa de rebote de los blogs.

¿Quieres saber cómo calcularla? La fórmula es: número de visitantes que visitan una sola página de la web por sesión de navegación, dividido entre el número total de visitantes.

Importancia del bounce rate

Esta cifra nos ayuda a conocer la impresión que se llevan los visitantes de nuestra web. Por ejemplo, una tasa de rebote alta puede mostrarnos que al usuario no le gusta el diseño o contenido principal, que ha llegado al sitio sin querer y no está interesado, o que la web tarda demasiado en cargarse, entre otras cosas.

Por estos motivos, analizar nuestra tasa de rebote nos permite:

  • Cambiar el diseño y estrategia de nuestra web
  • Detectar nuevas o existentes necesidades del usuario
  • Mejorar nuestros resultados: Un alto porcentaje de rebote significa que el usuario no visita más páginas ni se interesa en nuestros productos o servicios. Si realizamos correcciones en consecuencia, notaremos una mejora en la tasa de rebote y por consecuencia, en las ventas y demás tipos de conversiones.

Aunque no hay una cifra exacta y depende mucho del tipo de web (blog, landing page, E-commerce…) una tasa de rebote razonable se sitúa siempre por debajo del 50%.

Consejos para reducir el bounce rate

Como vemos, una tasa de bounce rate alta es perjudicial para la web y para nuestro negocio. Entonces, ¿qué debemos hacer? Aquí tienes algunos consejos:

  • Asegurarse de que las páginas se cargan de forma rápida y mejorar los aspectos técnicos que sean necesarios. Si la web tarda en cargarse y es lenta, el usuario no tardará mucho en marcharse.
  • Cambiar el diseño para que sea más fácil, ágil e intuitivo.
  • Revisar la landing page, home o página principal para comprobar que es clara y que tiene los menús adecuados.
  • Incorporar contenidos atractivos y acordes con lo que busca el buyer persona al que nos dirigimos.
  • Añadir enlaces para que la navegación conduzca a otras páginas internas de nuestro site.
  • Controlar el SEO y el posicionamiento de la página en Google.
  • Añadir llamadas a la acción para que el usuario se mueva por el sitio y realice las acciones que queremos conseguir. Aquí tienes más consejos y claves para crear un buen Call To Action (CTA) en tu newsletter.

Tasa de salida VS Tasa de rebote

A pesar de que se suele confundir con la tasa de rebote, se trata de métricas de email marketing distintas. La tasa de salida nos muestra cuántas personas están abandonando el sitio desde una determinada página, aunque esta no sea la primera página visitada de la web. Si una de nuestras páginas tiene una alta tasa de salida tendremos que investigar el porqué, ya que se trata de una señal de que algo no va bien.

Tasa de rebote en las campañas de email

El soft bounce (o rebote blando) y el hard bounce (o rebote duro) miden la tasa de rebote en email marketing, es decir, el porcentaje de emails que rebotan y no llegan a su destinatario dentro del total de emails enviados.

Existe una gran diferencia entre el rebote blando y el rebote duro. En el caso del primero, se trata simplemente de un error temporal que impide la recepción del email. Sin embargo, el rebote duro nos indica que el mensaje nunca va a llegar a su destinatario, por lo que es un fallo permanente.